John Doe
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Publicación #3
Suspensión
El sistema de suspensión cumple una loable función de seguridad muy importante, que consiste en garantizar la buena estabilidad en las curvas, máximo confort de marcha y maniobrabilidad de un vehículo.
Por lo general el desgaste del sistema viene dado por el envejecimiento progresivo de los amortiguadores, haciendo que el fluido pase rápidamente de una cámara a otra, el muelle bota y rebota haciendo que el vehículo tenga serias dificultades para mantenerse en contacto con el firme de la vía.
Al ser este desgaste progresivo, el conductor tiende a ir familiarizándose con la nueva forma de funcionar de su sistema de suspensión, no apreciando su erróneo funcionamiento. A diferencia de lo que ocurre con otros sistemas del vehículo, el grado de desgaste de la suspensión viene dado por el uso que se le dé. El conductor no incide directamente en el manejo de la suspensión. No hay accionamiento como puede pasar con los frenos o la dirección, pero hay ciertas formas en su uso que llevan al envejecimiento prematuro de los elementos que componen el sistema. Circular por vías sin asfaltar y en mal estado, pasar a gran velocidad por badenes o resaltos e ir por una carretera llena de baches sin aminorar la velocidad, contribuirá en gran medida al desgaste prematuro de los muelles y amortiguadores, suponiendo un importante riesgo para los ocupantes del vehículo.
En la actualidad los sistemas de suspensión son fabricados con una resistencia la cual no se puede comprobar a mano, recomendándose que sean inspeccionados cada 20.000 kilómetros, ya que la vida útil de sus componentes ronda de los 60.000 a 80.000 kilómetros.